"Mientras estudiaba un máster en Responsabilidad y Práctica Empresarial, me di cuenta de la urgencia de la crisis climática. Históricamente había sido votante del LibDem, pero me sentí impulsada a votar al Partido Verde a partir de 2008 aproximadamente. Este cambio estuvo motivado no sólo por mis preocupaciones medioambientales, sino también por mi absoluta oposición a la renovación de nuestra llamada "fuerza disuasoria" nuclear, Trident. El Partido Verde se ha opuesto sistemáticamente a estas armas diabólicas, a diferencia de los laboristas o los liberales. En 2015, con el fin de donar y contribuir a mantener al menos el 1 fantástico MP que nuestro partido tiene en los comunes, decidí unirme al Partido Verde, aunque debido a trabajar fuera de casa la mayor parte del tiempo no pude involucrarme tanto como me hubiera gustado más allá de eso.
Responder a la emergencia climática es cada vez más urgente y mi opinión es que ahora no es el momento de dejar ninguna solución fuera de la mesa. Por ejemplo, en lo que respecta a los viajes, COVID nos ha enseñado que hay muchos desplazamientos, sobre todo en el curso de nuestras actividades empresariales, cuya necesidad podemos reconsiderar. Dicho esto, la necesidad de viajes y transporte nunca va a desaparecer. Cuando no podemos eliminar la necesidad de transporte y desplazamiento, nuestra siguiente opción es reducir o, en la medida de lo posible, eliminar el impacto de nuestra actividad. Para ello (¡cuando la bicicleta no sea viable!) tenemos que impulsar sistemáticamente el cambio modal del transporte aéreo y por carretera al ferrocarril en la mayor medida posible. Además, debemos sustituir un parque automovilístico en el que sigue predominando el motor de combustión interna por otro que elimine las emisiones de CO2 durante la fabricación, el uso y al final de su vida útil. En la actualidad, la tracción eléctrica, suministrada por una combinación de almacenamiento en baterías y el uso de pilas de combustible de hidrógeno, es la principal solución tecnológica a este problema.
El transporte y los viajes son, por supuesto, sólo un aspecto de nuestro consumo de energía. También tenemos que satisfacer nuestras necesidades domésticas, comerciales e industriales. Y todo ello eliminando las emisiones de CO2. Una vez más, el punto de partida ha de ser minimizar el consumo al máximo: el uso eficiente de unos recursos preciosos debe ser siempre una prioridad.
A lo largo de los dos últimos años, me ha ido pareciendo cada vez más evidente que se necesita una respuesta lógica y no ideológica a la situación, y por esta razón he empezado a cuestionar algunas de mis posiciones anteriores sobre una serie de proyectos de infraestructuras a gran escala que, si se realizan con cuidado, podrían contribuir significativamente al suministro y uso eficiente de nuestro futuro abastecimiento energético.
Por ello, mi opinión sobre proyectos como HS2 y Hinkley C empezó a cambiar y ahora la apoyo con cautela y reservas. No se trata de excluir la energía eólica, solar y mareomotriz: necesitamos una sólida combinación de soluciones sobre la mesa y después tomar decisiones científicas basadas en hechos, datos y pruebas sobre la mejor manera de utilizar las tecnologías disponibles para satisfacer nuestras necesidades y las de las generaciones futuras de forma sostenible. Aunque el Partido Verde sigue siendo, por desgracia, relativamente pequeño, nuestra influencia está aumentando, y esperemos que siga haciéndolo. Creo, y afortunadamente no soy el único, que podríamos utilizar la increíble riqueza de talento e influencia que existe en nuestro partido para orientar la ejecución de estos proyectos en la dirección más sostenible posible, y para pedir cuentas enérgicamente al Gobierno siempre que descubramos que esto no está ocurriendo."
Neil O'Doherty - Miembro del GPEW, Somerset
