Nos encontramos en una situación de emergencia climática, así que empecemos por prescindir por un momento de los argumentos económicos y preguntémonos si merece la pena correr el riesgo de apostar por una solución energética 100% renovable que requiere nuevos avances tecnológicos.
La energía nuclear tiene el potencial de transformar nuestra producción energética, que pasaría de depender de los combustibles fósiles y las importaciones a convertirse en un activo exportador de bajas emisiones de carbono valorado en miles de millones. Además, el valor de la energía nuclear para la industria es enorme, desde el liderazgo mundial en acero ecológico a la producción de hidrógeno para el sector del transporte, pasando por el suministro de radioisótopos para el sector médico.
El Partido Verde debe reconsiderar su oposición a la energía nuclear a la luz de la urgencia con la que debemos descarbonizar nuestros sectores energético, manufacturero y del transporte. Las consecuencias de esperar a una solución energética 100% renovable que puede estar a décadas de ser realizable es simplemente un riesgo demasiado grande".
Mark Bray-Parry, miembro de GPEW, Guildford
